EL PROYECTO
Todo comenzó con un golpe de suerte. En el año 2015 salí ganadora de un sorteo en el que regalaban un safari en Kenia. Lo que comenzó como un safari de lujo, acabó convirtiéndose en una vivencia única que se metió en nuestros corazones, tan profundo, que a día de hoy, todavía sigue conmoviéndonos. En Kenia vimos animales, naturaleza y atardeceres pero también vimos miseria, necesidades y abandono.
Dos años después de nuestro viaje decidimos iniciar un camino que sabíamos que sería complicado pero que si conseguíamos llegar a su fin, sería grande como el cielo de África. Cada uno en la vida debe potenciar sus habilidades y la habilidad de mi marido, Gustavo, es curar las bocas de las personas. Kenia seguía metida muy dentro y ese mal nos hacía buscar de qué manera aportar algo que ayudase a la gente de allí. Lo que surgió de una frase soñadora… «si pudiéramos arreglarles las boquitas a esos niños…” se convirtió en nuestra meta.
Cuando existen las ganas, todo es posible.
Éramos solo dos personas normales, como cualquiera de vosotros pero con la fortuna de poder visitar un país que se nos metió en los corazones. La necesidad de ayuda sanitaria y concretamente dental que es nuestro campo, tocó nuestras consciencias. Así empezó todo, con un «nosotros podemos ayudarles». No quisimos hacerlo solos y por eso compartimos nuestro sueño con la gente que nos rodea y de ahí nace «Una sonrisa en Kenia». Un proyecto que ya ha conseguido construir una clínica dental desde cero, en la que se presta atención gratuita a la población de la región de Maasai Mara. Todo lo hemos llevado nosotros con nuestras manos. No hay mediadores. Nosotros lo llevamos, nosotros lo instalamos y nosotros atendemos a la gente. Una vez instalada la clínica, la ponemos en manos del gobierno de Kenia que, a partir de ahora, será el encargado de gestionarla. Su compromiso es poner un dentista keniata a trabajar allí de manera permanente y siempre con la condición de que la atención sea gratuita. Gracias a nuestro proyecto, miles de personas van a tener asistencia dental y nosotros vamos a estar siempre atentos a las necesidades que siguen teniendo. Por eso nuestro proyecto no termina sino que sigue creciendo. Continuaremos ayudando a que la clínica funcione como ellos se merecen, viajaremos siempre que sean necesarias nuestras manos, ampliaremos sus escasos recursos sanitarios y en definitiva, continuaremos trabajando por «Una sonrisa en Kenia», por ellos y con vosotros.
Desde aquí, agradezco a todos los que nos habéis seguido en nuestra aventura y os animo a leer el «Diario de viaje» donde cuento el día a día de nuestra travesía.
Seguiremos soñando.
A día de hoy, nuestro proyecto es un bebé pero con muchas ganas de crecer. Son muchas las zonas a las que no llega la atención dental y muchas las personas a las que cuidar. Por eso es tan necesario que gente como tú crea en nosotros y nos acompañe en el camino. Gracias por interesarte en nuestro proyecto.
Ana Gómez-Moreno Tovar
Fundadora de la Asociación “Sonrisas por el mundo”.