Proyecto

EL PROYECTO

Todo comenzó con un golpe de suerte. En el año 2015 salí ganadora de un sorteo con un perfume de Carolina Herrera en el que regalaban un safari a Kenia. Lo que comenzó como un safari de lujo, acabó convirtiéndose en una vivencia única que se metió en nuestros corazones, tan profundo, que a día de hoy, todavía sigue conmoviéndonos. En Kenia vimos animales, naturaleza y atardeceres pero también vimos miseria, necesidades y abandono.

Dos años después de nuestro viaje decidimos iniciar un camino que sabíamos que sería complicado pero que si conseguíamos llegar a su fin, sería grande como el cielo de África.  Cada uno en la vida debe potenciar sus habilidades y la habilidad de mi marido, Gustavo, es curar las bocas de las personas. Kenia seguía metida muy dentro y ese mal nos hacía buscar de qué manera aportar algo que ayudase a la gente de allí. Lo que surgió de una frase soñadora… «si pudiéramos arreglarles las boquitas a esos niños…” se convirtió en nuestra meta.

Mapa-de-kenia

Como no queríamos caminar solos, decidimos hacer partícipes de nuestro sueño a las personas cercanas por si querían acompañarnos y así, caminar juntos para llegar más lejos. Gracias a la colaboración de muchos amigos, nuestro proyecto está dando sus primeros pasitos y por fin, este 4 de enero, pusimos rumbo a Kenia con las maletas llenas de todo lo necesario para poder ofrecer asistencia dental básica e instalar de manera temporal nuestra pequeña clínica. En nuestra estancia atendimos a más de 100 personas, llevamos medicamentos para surtir el dispensario local y regalamos material escolar a varias colegios.

Cuando existen las ganas, todo es posible. Nosotros no queríamos hacer algo temporal. Si después de nuestra visita, dejas desatendida otra vez a la población, para mí,  es un fracaso. Queríamos ofrecer una ayuda real, efectiva y duradera. El último día de nuestro viaje decidimos dar un paso adelante y así, a día de hoy, se están poniendo los cimientos de la construcción de una clínica en Emurototo en la que, gracias a nuestra donación, van a poder contar con una sala destinada a la atención dental. Nuestro compromiso ahora es comprar todos los equipos, material e instrumental necesarios para que pueda funcionar y el gobierno keniata se ha comprometido a dotarla de un dentista permanente. Esta construcción permitirá prestar asistencia sanitaria y dental a, aproximadamente, 4.000 personas y lo más importante para nosotros, no dependerá de los viajes de odontólogos voluntarios sino que será atendida por personal local.

No queremos caminar solos. Las cosas bonitas en la vida tienen más valor cuando se comparten, por eso necesitamos colaboración. Necesitamos cualquier tipo de ayuda que pueda acercarnos a nuestro objetivo. A día de hoy, nuestro proyecto es un bebé pero con muchas ganas de crecer.  Son muchas las zonas a las que no llega la atención dental y muchas las personas a las que cuidar. Por eso es tan necesario que gente como tú crea en nosotros y nos acompañe en el camino. Somos muy pequeños, sólo mi marido y yo, y somos pocas manos, pero estamos consiguiendo mucho. Tenemos el privilegio de ayudar a unas poquitas personas y lo haremos como mejor sepamos hacerlo, con el corazón. Gracias por interesarte en nuestro proyecto.

Ana Gómez-Moreno Tovar
Fundadora de la Asociación “Sonrisas por el mundo”.