Comenzamos nuestro día llenos de emoción ya que nos espera una avioneta que nos llevará a Maasai Mara. Por suerte no hemos tenido que subir a la fuerza a Gus ya que no hubiéramos sido capaces entre todos. Las vistas desde el cielo nos muestran una Kenia mucho más verde de lo que uno se imagina. Aterrizamos en una pista de tierra, conteniendo la respiración y acompañados por grupos de cebras que corren a nuestro paso. Estamos en Maasai Mara, no hay duda. Nuestro guía, aquí lo llaman ranger, nos conquista desde su saludo. En medio de la sabana, junto a la pista de aterrizaje, una mesa con delicias y cócteles nos da la bienvenida. Nuestro jeep es genial, queremos uno para España! Junto con nuestro ranger Dennis, comenzamos nuestro primer safari y seguimos con suerte. Un leopardo descansa en las ramas de un árbol junto a los restos de su presa. Búfalos, hipopótamos, cocodrilos, pumbas, ñus… Y un paisaje diferente a todos. Al llegar al campamento nos reciben cantando y otro cóctel. No podemos creer todo lo que estamos viviendo. El campamento es una maravilla, con vistas a la sabana y bajo todo el cielo de África. Los niños conquistan a todo el personal del campamento con su simpatía. Ya saben hablar swahili y no dudan en hablarle a todos mezclándolo con inglés y español. Mis niños políglotas. La habitación, otra locura. Terminamos nuestro segundo día pensando qué nuevas aventuras nos traerá mañana.
Lala salama. Buenas noches.
Noviembre 2015 : Día 2
